La de hoy ha sido una tarde para recordar. Ahora que entre los visitantes de el centro de todas las cosas existe el hábito de acudir cada viernes a encontrarse con una nueva manera de sentir el arte actual, los resultados de las sesiones didácticas son mucho más evidentes. La misión de Laura Millán ha sido muy bien entendida y ha provocado momentos de profunda reflexión, análisis crítico, diversión, belleza y amistad. ¿Cómo lo hemos conseguido? Creo que sólo ha consistido en dar la misma voz al artista que crea y a la gente que mira.
Gracias Laura por volcarte. Gracias a nuestros visitantes por implicarse.
Y la semana que viene... más!
No hay comentarios:
Publicar un comentario